El Jefe de Ventas debe estar al servicio de sus colaboradoresPorque si no lo está, lo que sucederá será que: 1. No conseguirá sus objetivos personales. Un Jefe de Ventas consigue sus objetivos ayudando a que sus Vendedores consigan los que se les asignan. Cuando el Jefe no los apoya y no los alcanzan, éste tampoco consigue los suyos. 2. No motivará a los Vendedores, sino que los manipulará. Los manipulará porque tratará de que actúen en beneficio propio. Se les motiva cuando se les hace actuar para obtener un beneficio común. Y así como la motivación es necesaria, la manipulación es despreciable. 3. Su atención se enfocará hacia sí mismo, no hacia los Vendedores. La vanidad se impone, y la humildad necesaria para dirigir se pierde. 4. Se preocupará sólo de su imagen, no del trabajo bien hecho. Serán expertos en aparentar, pero no en hacer. 5. Sus propios intereses serán la guía de su actuación, y los de los Vendedores quedarán olvidados. Los Vendedores perderán la confianza en sus jefes y se resistirán a volvérsela a conceder. Conclusión Antes de lo que suponen, la sustitución de ese Jefe será inevitable. |
|