"Somos una pequeña bodega familiar que elabora excelentes vinos Albariños, con buenas puntuaciones y reconocimientos internacionales. Pero, a pesar de ello, no hemos logrado consolidar una marca que nos dé ese valor añadido que necesitamos, y por contra hemos diversificado el mercado con diferentes marcas propias según clientes y segmentos de mercado (marcas blancas, etc.), perdiendo rentabilidad día a día por los precios tan ajustados que solicita el mercado.
Entiendo que conseguir crear marca es algo que requiere gran inversión económica, cosa que en los tiempos que corren se nos hace muy difícil.
En espera de sus consejos y recomendaciones reciban un saludo cordial."
El primer paso para crear una marca no es una gran inversión, sino estas dos cosas, y por el orden que las digo:
1ª. Una firme decisión de crearla, decisión que debe comprometer a todos los miembros de la empresa porque, aunque a muchos sorprenda, lo que da credibilidad a una marca es el comportamiento coherente con los valores de la misma a lo largo del tiempo, de todos los miembros de la organización.
La inversión puede ser grande o pequeña. Ello dependerá de la rapidez con la que se pretenda crear una marca. Pero lo que facilita que ésta se consolide o que no lo haga, depende de ¡¡¡las personas!!!
2ª. Una vez tomada la decisión de dar a conocer una marca, lo que hay que descubrir es cuáles son las emociones que pueden unir a nuestros clientes con nuestra marca. La marca no se crea por medio de razonamientos lógicos que se ofrecen a los clientes, sino creando un vínculo entre éstos y dicha marca. Y este vínculo se crea por medio de emociones.
¿Qué emociones despierta en sus clientes el hecho de pensar en su marca?
Decidan estas dos cuestiones antes de lanzarse a hacer grandes inversiones.