"Leo lo que escribes y creo que las anécdotas que cuentas son demasiado bonitas para ser realidad. Bueno, eso es lo que había pensado hasta esta Navidad. Te voy a contar lo que me ha pasado y luego te preguntaré su opinión. Soy una Vendedora con poca experiencia. He tenido algunos puestos de trabajo temporales en ventas y más o menos tres meses antes de finalizar el año 20xx empecé a trabajar en una gran tienda especializada en ordenadores y productos informáticos. He sufrido la novatada de que los otros Vendedores de la tienda, todos con más experiencia que yo, cuando entraban muchos clientes se negaban a atenderles porque ya les conocían y sabían que lo único que compraban eran cosas de poco valor. Yo no tenía aún esa picardía y he pasado esos tres meses atendiéndoles con paciencia, a pesar de que evidentemente compraban muy poco. Sin embargo, al llegar la campaña de Navidad, ha ocurrido algo sorprendente. Esos clientes que compraban muy poco, han venido a aprovechar nuestras promociones y al entrar en la tienda han preguntado por mí. Ello me ha llevado a conseguir más ventas que nadie en la tienda en la campaña de Navidad. Me gustaría conocer tu opinión sobre esta experiencia."
No he querido resistir la tentación de publicar lo que me has enviado, porque, aunque no me planteas una pregunta concreta, la anécdota que cuentas supera en valor las que cuento yo, ésas que hasta ahora encontrabas “demasiado bonitas para ser realidad.”
¿Cuál es mi opinión? Pues que puedes estar orgullosa de lo que has conseguido, porque no ha tenido nada de casual. Veamos. Determinados clientes entran en la tienda y se dan cuenta, porque se dan cuenta de todo, de que hay Vendedores que les huyen. Tú, por el contrario, te acercas a ellos , los atiendes con calma y tratas de ayudarles. Ellos compran lo que necesitan y se van. Pero se van sabiendo que una persona, tú, les ha atendido dedicándoles su tiempo y su interés, aunque son conscientes de que su compra ha sido mínima.
Luego, cuando llega la campaña de Navidad, acuden a la tienda en la que trabajas dispuestos a aprovecharse de las promociones, es decir, a hacer sus compras fundamentales en las condiciones ventajosas que se les ofrecen en esas fechas. ¿Te extrañas de que quieran ser atendidos por ti? No te extrañe. Los clientes son más fieles de lo que parece. Sólo hay que cumplir un requisito para conseguir que lo sean. Interesarse por ellos, pero de verdad.
Los clientes se dan cuenta de que hay Vendedores que sólo buscan aprovecharse de ellos. Pero también saben que hay otros que no actúan así. Tú, por ejemplo, les has demostrado que te interesan siempre que entran en la tienda, tanto si van a comprar mucho como si van a comprar poco. Y ellos te lo han agradecido. Es un buen principio para una persona que está empezando su carrera profesional. Te felicito por ello.