Nos saludamos cordialmente, ambos alegrándonos de volvernos a encontrar. Tras el saludo, la pregunté:
–¿Cómo sigues?
Ella me contestó, luciendo esa encantadora sonrisa que tanto le ayuda en su carrera profesional:
–¡Con la misma ilusión por vender que el primer día!
Sobre esto quiero llamar la atención de los Vendedores veteranos.
¿Podéis decir lo mismo que ella sin faltar a la verdad?
¿Os causa la misma alegría conseguir una nueva venta, que la que os proporcionó la primera?
Si es así, estoy seguro de que no sólo estaréis teniendo una carrera llena de éxitos, sino que además vuestra actividad os estará haciendo felices.
¡Seguid vendiendo con la misma ilusión que el primer día!
Ángel Moraleda