Pero he recibido un comentario que lo único que me plantea es una pregunta que me ha resultado muy curiosa. La copio literalmente a continuación:
¿Contrataría usted como Vendedor a una persona introvertida?
Evidentemente mi contestación es que sí, pero lógicamente mi interlocutor espera que justifique por qué doy a su pregunta una respuesta afirmativa.
Contrataría una persona introvertida, sabiendo que lo es, por las siguientes tres razones:
1ª. Las personas introvertidas suelen escuchar mejor que las extrovertidas. Es evidente que a estas últimas lo que les gusta es hablar y que les escuchen, mientras que las introvertidas prefieren no hablar y escuchar.
2ª. Los Vendedores, introvertidos o extrovertidos, también tienen que trabajar en la oficina, y que hacer cosas importantes para vender, pero que no son la pura relación con el cliente. Por ejemplo: analizar datos, examinar tendencias, preparar estrategias, etc. Pues bien, los Vendedores introvertidos hacen mejor estas tareas porque hablan menos, se distraen menos.
3ª. Los Vendedores introvertidos suelen ser más serenos, no tienen una tendencia a explotar cuando tienen que trabajar sometidos a fuertes presiones, tanto por parte de los clientes como por parte de la propia empresa, como les suele suceder a los Vendedores extrovertidos.
Podría añadir aún más razones, pero creo que estas tres son suficientes.
Así que mi respuesta es firme y clara: por supuesto que contrataría como Vendedor de mi equipo a una persona introvertida.
Y mi pregunta para ese cordial interlocutor sería:
¿Usted no?