No sé si se da cuenta, al enviarme esas ideas, que está poniendo el dedo en la llaga de la rutina, que da lugar a tanta ineficiencia en el trabajo del Vendedor.
Quien me escribe es un Vendedor de éxito. Le conozco bien desde hace tiempo y su éxito es indudable. Pero mi conversación con él siempre transcurre por los mismos derroteros. ¿Cuánto más éxito podrías conseguir si hicieras las cosas de otra manera?, le suelo preguntar.
Buscar hacer las cosas de otra manera quiere decir que uno está siempre tratando de descubrir oportunidades.
Y, aunque a mi amable seguidor le cueste reconocerlo, la planificación de lo que queremos hacer es lo que nos hace descubrir oportunidades, porque nos obliga a ser críticos con lo que hacemos cada día.
¿Por qué voy a hacer esto y no aquello otro?
No hacerse cada día esta pregunta y conformarse con lo que habitualmente se hace, resulta cómodo. Pero la comodidad en el Vendedor es la antesala del estancamiento.
Ángel Moraleda