Le conocí en uno de mis programas y no se cansaba de repetir que la venta consiste en tener una idea luminosa en el momento preciso de la negociación con el cliente. Para él, con eso era suficiente y no tenía interés en nada más.
¿Era yo capaz de ofrecerle una idea luminosa para cada situación?
¿No? Entonces, ¿para qué seguir escuchándome?
No fui capaz de convencerle de que, en el hecho de tener una idea luminosa en cada entrevista, no se puede basar una carrera profesional de Vendedor.
Pocos años después le encontré en su ciudad natal, a la que había regresado tras abandonar la carrera de Vendedor.
He de reconocer que me saludó muy afectuosamente cuando me vio. Luego me dijo que trabajaba en una notaría, y que había dejado su antigua profesión porque “se había cansado de vender”.
Yo sabía la verdad, porque había seguido trabajando para la empresa en la que él estaba cuando le conocí. Por los datos que yo tenía, debería haberme dicho que había abandonado su profesión de Vendedor porque “se había cansado de no vender”.
Y es que nadie puede hacer carrera como Vendedor profesional a base de tener día tras día, mes tras mes, año tras año, una idea luminosa en un momento determinado de la entrevista de ventas.
¿Quieres tomar nota de ello, por favor?
Ángel Moraleda